lunes, 3 de septiembre de 2012

Ruidera es un paraíso

Y para muestra, las fotos que hemos colgado en nuestro Picasa.
Pero no todo fueron paisajes idílicos, atardeceres de ensueño y aguas turquesas. También había un señor sin pelo con un silbato que, desde las 9 de la mañana, nos tenía a todos firmes en la puerta del Albergue Alonso Quijano, preparados para un intenso día de entrenamiento.

La verdad es que este año la convocatoria fue un éxito, porque desde el lunes hasta el domingo conseguimos juntar una media de 15 a 20 ecosportianos entrenando con afición. Los lugareños no daban crédito a esta horda de desaprensivos que, enfundados en unos extraños trajes de caucho, no hacían más que pegar manotazos en el agua. yendo y viniendo de un lado a otro de la Laguna. Para qué montar circo, si nosotros solitos ya lo organizábamos.

He de puntualizar que algunos (y, Cesítar, no miro a nadie) tenían la extraña habilidad de pegar más manotazos que nadie, de nadar en, exactamente, la dirección opuesta a la requerida, en (y mira que las Lagunas son grandes) empujar a la bandada de pececillos hacia cualquier lugar. El año que viene a Cesítar le vamos a poner boyas en las Lagunas.

Contamos con la ayuda y colaboración del Ayuntamiento de Ossa de Montiel que nos cedió las instalaciones del Polideportivo Municipal. Sorprendentemente, un pueblo pequeño como Ossa tiene un velódromo al aire libre que podría ser la envidia de muchos municipios … En fin, que para no perder las sensaciones de entrenar en casa, también tuvimos ocasión de probar piscina y velódromo.

Pues bien, las jornadas discurrían, con variaciones imaginativas del míster, entre series de natación con neopreno en aguas abiertas, series de natación sin neopreno en piscina de 25m, triatlones completos, series de ciclismo en el Mortirolo local y series de carrera por los bonitos caminos que rodean las Lagunas. También hubo tiempo para contrarrelojes de ciclismo “que sólo picaban para arriba” y para salidas ciclistas largas por parajes donde sólo se veían perdices, ovejas, olivos y vides.

Pero no todo es mortificarse y machacarse, también tuvimos nuestros tiempos de charlas con los compañer@s de habitación, nuestras siestas, nuestras exquisitas comidas y cenas en el Albergue, y … sobre todo, los granizados de mojito (0,0) que descubrimos en el chiringuito de la Laguna Colgada. Y qué me decís del chill out del chiringuito de la Batana? Qué nivelazo!

También hubo tiempo para cuidar bebés, para entrenar con ellos en silla, para darles de comer, para acunarles y para reírnos un rato con la ñoñeces de los niños.

En fin, esperamos ya con ansia la próxima concentración y os animamos a que os apuntéis, porque es un entorno muy familiar y adecuado para que todos, niños y mayores, deportistas y familiares, disfrutemos de un gran fin de semana!

PD: El míster acabó en el agua, je je (pero no hay fotos que lo demuestren)